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Arquitectura del emprendimiento

Por: D.H.C. Javier Alvarado

Es bien sabido que quien decide emprender un negocio lo hace con la fiel esperanza de que su producto sea bien recibido por el público para el que fue creado y que por consecuencia sea próspero y genere el capital suficiente que permita seguir en marcha con el plan inicial, sin embargo, poco sabemos de lo importante que es el proceso antes del producto final.

Imagina que te piden diseñar un auditorio en alguna ciudad, evidentemente, tendrás que estudiar la ciudad, conocer el terreno sobre el que vas a diseñar el auditorio, hacer un mapeo, gráficas, conocer qué otros edificios hay en la ciudad, cuántos auditorios existen en la ciudad, etc.

Todos esos datos se convierten en un 90% de lo que representa tu producto o servicio porque nunca, tu entrega final será solo una sección del edificio o una maqueta del mismo bien elaborada, lo realmente importante y valioso, será toda esa investigación que has hecho.

¿Por qué eso es mucho más importante que el producto final? Porque cuando tú diseñas el proceso proyectual y no el producto final, eso te permite tener un sistema con muchas variables que se pueden modificar y entonces da lugar a un millón de soluciones posibles.

Pongamos de ejemplo el libro “Ejercicios de estilo”, de Queneau, que es un libro en el que se cuenta el mismo relato de cien maneras diferentes, con cien estilos distintos: estilo metafórico, estilo retrógrado, estilo sorpresa, estilo sínquisis, estilo vacilación, precisión, etcétera. Esto se aplica a todo, incluido tu plan de emprendimiento, porque seguramente piensas que lo más importante es entregar un solo producto o servicio y eso es solamente un posible producto final al que has llegado a partir de unos sistemas y unos modelos con unas variables que van cambiando y podrían haber desembocado en cualquier otro producto final que no habías contemplado o visualizado.

Tomar referencias y no diseñar desde cero.

Llenarte de referencias es fundamental para cualquier cosa que hagas, porque cualquier cosa que decidas hacer, ya la ha hecho alguien antes, entonces tienes que mirar cómo lo han hecho otros y cómo se han enfrentado a ese mismo desafío. Esto una vez más, se aplica para todo. Pongamos otro ejemplo tan simple: si tú quieres ser generador de contenido digital, tendrás que inspirarte en alguien que sea creador de contenido digital, ver cómo lo hacen ellos, ver cómo manejan los tiempos, los ritmos, los temas de los que hablan, de qué manera captan tu atención en los primeros quince segundos, cómo ganan y luego pierden seguidores y una larga lista de etcéteras.

Tener una referencia y observar la manera en la que mantienen el control de su negocio, te permitirá copiar las dinámicas y estrategias que mejor se ajusten a las necesidades de tu emprendimiento para llevarlo al siguiente nivel.

¿Tú sabes la cantidad de gente que abandona esa idea tan buena que pudo ser un emprendimiento tan exitoso solo porque no supo resolver un detalle que tenía solución? En el camino te irás encontrando con elementos que seguramente desconoces, pero por muy complicados o simples que te puedan parecer, darle solución, será tan fundamental para el proceso del que hemos venido hablando.

Si quieres ser un emprendedor exitoso, no esperes que alguien venga a salvarte o tenderte la mano, tú tienes que ser una persona independiente capaz de encontrar por sí misma las herramientas necesarias para ejecutar una tarea, tienes que ser una persona astuta, perspicaz, dicho de otra manera, tienes que ser una persona resolutiva, porque si algo sabemos los que hemos decidido alguna vez emprender, es que no hay tiempo que perder.

Cuando estás haciendo un proyecto y ya has hecho investigación, te has llenado de referencias, has estudiado el terreno, la ciudad, tienes mapas, diagramas, análisis de contexto histórico, social, político, económico, geológico… de todo, cuando te pones a diseñar tu producto, vas a tomar muchas decisiones que estén respaldadas por toda esa base teórica que has recopilado, pero también habrá decisiones que deberás tomar basadas en tu intuición, que si bien, dan miedo tomarlas porque no estarían justificadas por ninguna información, tienes que hacer tuyas esas decisiones.

Si le damos nombre a esta recopilación de experiencia y lo aterrizamos a la letra impresa, habrás generado los manuales de negocio, nada menos que la columna vertebral, incluso de una franquicia.

Perder el miedo a tomar decisiones te puede llevar a convertir un problema, en una ventaja empresarial que, a su vez, puede ser la estrategia de tu proyecto.

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